lunes, 25 de noviembre de 2013

LAS RAÍCES DEL BLUES. " LOS GRIOTS "

Cada lengua de África del sur posee una palabra diferente para designar la palabra “cantante”, pero todas ellas emplean un término más general “griot”.

Los “griots” eran una especie de Bardos, (parecidos a los existentes en Europa en la época medieval) que estaban al servicio de los reyes de las tribus para entretenerlos. Estos griots  medio cantaban, medio recitaban versos largos, libres y poéticos que contaban historias y las acompañaban  con un instrumento hecho con una calabaza alargada que había secado hasta conseguir una dureza parecida al plástico. Tenía cinco cuerdas cortadas de un largo hilo de pescar de plástico atadas al palo de madera que hacía las veces de mástil del instrumento. Cuatro de las cuerdas se extendían hasta el final del palo, y la quinta estaba atada cerca del cuerpo del instrumento, con una longitud más corta que elevaba su tono. Había un puente un puente tallado a mano que mantenía las cuerdas separadas de la tirante membrana de piel de cabra que cubría el corte efectuado en la calabaza, el instrumento se llamaba “halam” en la lengua de los músicos africanos que lo llevaron al Sur de Estados Unidos tiene un nombre diferente, Banjo. Los griots pertenecían en su mayoría de la costa Oeste de África, principalmente de tres tribus que se conocen hoy en día como Wolof, Ula y Mandingo, de donde prácticamente eran todos los esclavos que se llevaron a Estados Unidos.                                                                                                                       En los muchos años que transcurrieron  desde que canciones como las que cantaban los griots, recorrieran el largo camino hasta Estados Unidos, la música, los instrumentos que tocaban y las propias canciones, sufrieron inevitablemente numerosos cambios. De algunos de estos elementos aun se puede descubrir su origen, pero otros elementos que conforman el blues moderno, se perdieron durante los duros años de la experiencia afroamericana.